viernes, 14 de octubre de 2011

Steve Jobs sigue entre nosotros

Hace unos días sorprendía al mundo el fallecimiento del creador y principal cara visible de la compañía de la manzana. Alabado por muchos, criticado por otros, el señor Steve Jobs se marchó a merced de un cáncer decididamente mortal.

Al menos, eso es lo que nos han querido hacer creer. La realidad es un tanto aterradora, inquietante al menos. Mr. Jobs no se podía ir así como así, sin dejar nada preparado para mantenerse en la eternidad en el entorno informático y seguir enviando mensajes a los seres humanos, sobre todo el de "compren mis nuevos gadgets!!!".

Una pitonisa de El Masnou que tiene iPods, iPads y Macs para parar un tren (tiene una tienda de informática, es normal), y que es nuestra confidente habitual en temas post-mortem, nos ha contactado de motu propio para decirnos que ha descubierto el auténtico destino del alma eterna de Steve.


El de verdad es el de dentro de la pantalla...

"El otro día cuando encendí el iPhone para descargarme las nuevas apps vi con sorpresa cómo el rostro de Jobs me miraba desde la pantalla, y me decía que había tomado el ciberespacio y transcendido su cuerpo material para transformarse en los impulsos electrónicos que corren a través de los aparatos de Apple y de las redes wifi, cableadas, Bluetooth y todo lo que te puedas imaginar.", nos relataba patidifusa. Al mostrar la pantalla a su hijo, éste le dijo que no veía nada, y entonces Lola (que así se llama nuestra pitonisa, como no podía ser de otra forma) entendió que era un mensaje que sólo ella, por sus facultades extrasensoriales, estaba en condiciones de captar y transmitir al resto del mundo.

También su hijo le agarró el iPhone mientras nos estaba llamando y nos dijo: "¡Que no! ¡Que se ha tomado un batido Puleva para desayunar hoy y le ha sentado mal al cerebelo! Es que estamos acostumbrados al Hacendado y este cambio se tenía que notar."; Lola le apartó del aparato y dijo que de eso nada, que había sido un Cacaolat.