viernes, 23 de septiembre de 2011

La auténtica causa del hundimiento del Titanic

Ya hace muchos años que el naufragio del famoso barco que llevó a James Cameron a ganar tantos Óscars sucedió. Sigue siendo un apasionante reto el reflotarlo y examinar su precioso contenido, con alto valor histórico y material.

También sería la ocasión inequívoca de comprobar la causa de su hundimiento. La hipótesis oficial es conocida por todos: el famoso iceberg que iba por allí como Pedro por su casa y que no fue vislumbrado por los vigías. Muchos son los que ponen en duda esta versión, pues resulta extraño que los hombres del barco, bien conocedores de la peligrosidad de esos mares, no apreciaran que el cacho de hielo flotante estuviera tan próximo. Así pues, multitud de alternativas surgen. Pero hoy tenemos pruebas fotográficas, tomadas por un emulador del Capitán Nemo de aquella época; esta prueba, que hasta hoy permanecía oculta, nos ha sido remitida por nuestra colaboradora Deliry, bisnieta del aventurero que la encontró rebuscando en el baúl de los recuerdos (uh-uhu!!).

Siento un rocecillo en la nuca...

Pues como se puede apreciar en la foto, fue el padre de Godzilla el que causó el desastre. Al parecer, el bicho se fue de ligoteo al Ártico y al salir rechazado por las lagartonas polares, muy frías las condenadas, salió con el rabo entre las piernas rumbo al sur, a ver si las iguanas gigantes tropicales se comportaban mejor con él. Mala suerte hubo en que pasara por las costas de Terranova justo cuando el trasatlántico cruzaba por allí. Incluso se especula si muchos de los muertos, en vez de ahogados, congelados o aplastados en el hundimiento, murieron como merienda del bicho.

Ante estas declaraciones, la vieja de la peli ha dicho "Gggaaa... gagaaaaa...". Es lo que tiene la edad (125 años).

martes, 13 de septiembre de 2011

La auténtica ruina griega

En los últimos días la economía europea ha temblado al vaivén de los vientos de insolvencia en la cuna de la civilización occidental. La economía helena presenta síntomas de absoluta bancarrota, merced a, según ellos, despilfarros de gobiernos previos y a un sistema social con exceso de pillería de nuestros primos mediterráneos. Y las ayudas europeas no parecen haber servido para mucho, ni las protestas de los pobres griegos.

Protestas totalmente razonadas y fundadas, porque poca gente de fuera del país sabe cuál es la auténtica razón de tanta ruina. No ha sido la pillería griega, no ha sido la irresponsabilidad de antiguos gobernantes, sino un único hombre que sigue eludiendo su responsabilidad. Nuestro contacto Doménikos Theotokópoulos nos ha revelado que la culpa es ni más ni menos que un "músico", un antiguo compañero del conocido Vangelis: Demis Roussos.

Tiki, tiki, tiiiki,...

Las obras de este hombre, que a pesar de ser egipcio se afincó en Grecia y produjo allí la mayor parte de sus creaciones, han provocado tantos traumas en la población mundial que un famoso buffette de abogados de Kazajstan decidió presentar una demanda colectiva contra el cantante, auspiciada por varios millones de personas que aún permanecen en estado catatónico tras escuchar alguna de las canciones del obeso barbudo. Como Roussos negó tener suficiente dinero como para hacer frente a la cantidad pedida (todo en cuentas suizas, nos ha asegurado Doménikos), se le hizo al estado griego responsable civil subsidiario, causando la bancarrota de su economía. Todos los griegos y griegas están hasta las narices de que un gordo barbudo y que usa ese tipo de túnicas les haya hipotecado la vida a ellos y a sus descendientes. Si ya lo decía Alaska: "Alguien que caga esos truños no podía ser trigo limpio".