En las últimas horas saltaba la alarma en todos los medios de comunicación nacionales. La SGAE era víctima de una intervención por las fuerzas del orden con la excusa de una investigación sobre malversación de fondos, en la cual la mayor parte de sus dirigentes están implicados.
Pero el auténtico motivo no ha sido ese. Frikyleaks estaba al tanto, gracias a nuestro infiltrado de lujo (que mantendremos en el anonimato, sólo diremos que es un viejo "granaíno" recién retirado) de que realmente la SGAE no es lo que parece. Bajo sus siglas, las palabras que realmente esconde no son las parodiadas Siempre Ganamos Algunos Euros y otras divertidas combinaciones que surgieron en su momento de los antisistema de turno. SGAE realmente significa Satán Grande Adorado y Excelso, y es una peligrosa secta satánica que utiliza la música para realizar invocaciones demoníacas en las que se aparece el espíritu de Kurt Cobain y el del Fary.
"Su juego es maquiavélico y astuto. Si combinamos los segundos 6 de todas las canciones registradas por la SGAE en un mes, se forma una invocación al rey de las tinieblas.", nos ha contado nuestro contacto. La razón de la intervención policial es el conocido efecto que tendría llegar a las 666 invocaciones (al parecer se han quedado en las 657): el advenimiento del Anticristo, el reinado de terror de Satanás y la resurrección de seres tan temibles como María Dolores Pradera o Los Brincos.
Por eso se ha puesto en marcha la brigada paranormal de la Guardia Civil, para detener todo este entramado que amenazaba con dejar hecho unos zorros (más aún si cabe) a nuestro planeta. Nuestro primo Higinio, sargento de la Benemérita, nos ha confirmado la existencia de esa brigada paranormal: "Son los que se ocupan de los satanistas, los extraterrestres de Ganímedes y otros casos raros, como los taxistas que ponen los intermitentes cuando cambian de carril.". Unos auténticos héroes si nos ponemos a pensar en lo duro de su papeleta.
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