sábado, 11 de junio de 2011

El auténtico destino del carro de Manolo Escobar

En toda España y parte del extranjero es tremendamente conocida la canción "Mi carro", de Manolo Escobar. Bien conocida es la historia del apenado cantante que echa de menos su vehículo rural, presumiblemente sustraído por algún bandolero de mal linaje, y cómo fue desguazado quitándole los clavos que relucían y fue finalmente encontrado sin atalajes.

Pero realmente la historia no es la de un robo. El cantante ha decidido desvelar el secreto en sus aún no publicadas memorias. "Corría el año 63 y yo ya me pateaba esta piel de toro de espectáculo en espectáculo, incluso haciendo filmes de gran éxito. Pero nunca renuncié a mis orígenes y allá en mi pueblo me gustaba cuidar del viejo carruaje de mi padre. Una noche de luna nueva estaba en el cortijo bebiendo una Mirinda de limón, contemplando orgulloso mi querido carro, cuando sucedió lo más impensable.".

El relato es estremecedor: "Un destello luminoso desde el cielo se materializó en un platillo volante que quedó flotando ante mis atónitos ojos de labriego almeriense sobre mi carro. Un rayo lumínico etéreo descendió desde la base del platillo y mi carro fue subiendo hasta introducirse por un agujero que se abrió del mismo lugar de donde salía el haz de luz. Tras ello, con un zumbido extraño, el platillo desapareció. Al cabo de cinco días mi carro apareció en un páramo de Despeñaperros.".

Resulta evidente por qué la canción no refleja los acontecimientos con la fidelidad con la que sucedieron. "Pensé que si contaba que un OVNI se había llevado mi preciada posesión me iban a encerrar en un manicomio o aún peor, que cayera en desgracia ante Franco, así que decidí cambiar la historia. Aún así, años después decidí componer una canción que recordara la experiencia de aquel día.". De ahí surgió el macroéxito de las Sugar girls "Era un OVNI", aunque lo que no explica en ningún sitio es de dónde se sacó eso de "puerta interdimensional".

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