sábado, 18 de diciembre de 2010

La sombra de los 80 es alargada

Es un hecho sobradamente conocido que la juventud de la última década se ha caracterizado por un fenómeno conocido con varios sobrenombres, como "mascachapismo" o "bakalaismo", aunque con ciertas derivaciones hacia el fenómeno "quillo" (caracterizado por la música de gitaneo en vez del chumba-chumba). El Centro Nacional Unificado de Tratamiento e Investigaciones Organizadas (CeNUTrIO) ha elaborado un informe de acceso restringido que ahonda en las causas de tal comportamiento entre los jóvenes de la pasada década y todo parece indicar, según sus conclusiones, que fue en su época de gestación, en los terroríficos 80, donde se dio el fenómeno correspondiente.

"Las cifras muestran una correlación muy alta entre los sujetos estudiados con comportamiento 'bakala' y las madres que durante el embarazo usaron hombreras. Todo parece indicar que la combinación de tal complemento con las camisas estampadas es la causa de la deformación cerebral del feto: por un extraño rebote de las señales de los satélites de comunicaciones debida a la estructura de las hombreras, el vientre de la embarazada recibía una dosis extra de radiación nuclear que alteraba la estructura molecular de las primeras neuronas, dejando una lesión irreversible en el futuro bebé.".


Y nuestros hijos se llamarán Ruben y Jenni


El estudio completa sus conclusiones vinculando a las hombreras de poliéster de mercadito con el fenómeno "quillo" ("las familias algo más pudientes compraban las de algodón en el Simago, causando a los 'bakalas'") y la menor presencia de "bakalas" en las zonas rurales por el retraso de las modas en llegar al campo. Todo esto nos previene contra ese "revival" ochentero que ruega por que se vuelvan a imponer las hombreras y crear una nueva generación de jóvenes sin futuro neuronal para dentro de dos décadas.

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