"No recuerdo bien cómo fue la situación, pero sí recuerdo que estaba rebuscando en el baúl que llevo a mis rodajes mientras pensaba 'Tanto espacio para tan poca ropa', y entonces allí la encontré. La había perdido muchos años antes, pero allí estaba en un rinconcito, mirándome con ojillos amorosos: mi virginidad.".
Silvia, como inteligente mujer que es, utilizó la recuperación de su virginidad para dar un nuevo toque de romanticismo a los títulos de sus películas, realizando filmes tan recordados como "Jovencita virginal no lo hace nada mal" o "Si no soy Curro Jiménez, ¿por qué tengo este trabuco?".
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